A juzgar por las actividades de la GLALAM y  de su trayectoria en estos últimos tres años, queda demostrado que la  masonería regular, increiblemente, es la única que está comprometida con la realidad  social argentina, y que sufre y comprende sus problemas, colaborando  constantemente para mejorarlos. Sin duda alguna el evento político que  se ha producido en la GLALAM este fin de semana marca una clara  diferencia entre ellos y el resto de las masonerías del país, dedicadas a  mirarse el ombligo o hablarle al sol, lo cual los convierte en simples  simulacros de masonería en comparación a la GLALAM, la única que está  evidenciando su actitud combativa, realista y filantrópica.
En Argentina, y en este asunto de las masonerías, estamos viviendo el mundo al revés.
Publicado en Página 12:
Con el Gran Maestre
Ricardo López Murphy, Silvana Giúdici, Javier Castrilli  y Jorge Telerman expusieron sus propuestas en el Gran   Templo del Palacio Cangallo. Otros mandaron representantes.
                    
Castrilli, López Murphy, Giúdici y Telerman expusieron sus propuestas en la sede de la masonería.
Imagen: Dafne Gentinetta.
Cuatro candidatos a jefes de gobierno porteño y tres representantes  de otros tantos ausentes con aviso expusieron ayer propuestas ante la  masonería argentina en el Gran Templo del Palacio Cangallo. Tanto  Ricardo López Murphy (Autonomista) como Silvana Giúdici (UCR) y Javier  Castrilli (Acción Ciudadana) criticaron parejo a los gobiernos local y  nacional. La peor parte se la llevó Martín Ocampo, candidato a  legislador PRO, por las críticas unánimes dirigidas a su jefe, Mauricio  Macri.
“Señores: va a hacer su ingreso el Gran Maestre de la masonería  argentina y su comitiva”, anunció un presentador y el público se puso de  pie. Cuando los masones de guantes blancos y collarín dorado se  acomodaron en las sillas, sobre una especie de altar, ingresaron los  candidatos y los fotógrafos. El encuentro fue organizado por la Gran  Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, la Respetable Logia  Minerva Nº 395 y el Grupo Padrinazo: Construyendo Ciudadanía. Macri no  fue el único que envió delegado. Por Jorge Todesca, aliado al  duhaldismo, fue el candidato a vicejefe Lisandro Yofre. Por María  Eugenia Estenssoro, de la Coalición Cívica, expuso el candidato a  legislador Claudio Bargach. Daniel Filmus y Fernando Solanas faltaron y  no enviaron representante. El cuarto candidato fue Jorge Telerman, del  Frente Progresista por Buenos Aires.
El primer tema, fuera de agenda, fue el ausentismo de los candidatos  taquilleros. “Es un agravio a los anfitriones”, ladró López Murphy.  “Ninguneo, indiferencia, destrato, desprecio a debatir”, se ofuscó  Castrilli. “Siempre se nos critica por no estar”, admitió Ocampo, e  intentó calmar los ánimos: “Es que en PRO entendemos la política como  una actividad colectiva”, aseguró.
Por azar debió hablar primero el hombre de Macri. Tema: salud.  “Todas nuestras políticas están orientadas a la construcción de una  sociedad humanizada”, dijo Ocampo. Aseguró que Macri alcanzó un “record  histórico” en la baja de la mortalidad infantil y que la brecha  norte-sur también es “la más baja de la historia”. “La salud no es  prioridad para el Gobierno de la Ciudad ni para el nacional”, le  respondió el dirigente del MID. “Esas cifras son abstracciones. Los  internos del Borda se van a bañar a la ONG Ciudadanos en Movimiento, que  está enfrente, porque la situación es terrible”, agregó. “Es mentira  que bajó la brecha norte-sur de mortalidad infantil”, agregó Giúdici y  citó estadísticas. “La desigualdad sigue siendo absoluta”, agregó. “El  problema esencial es que dos tercios de los pacientes provienen de otras  jurisdicciones”, apuntó López Murphy. Propuso el “seguro nacional de  salud, que facilita recuperar los costos y evitar la expoliación a los  contribuyentes porteños”. Telerman coincidió en que “la inmensa mayoría”  de los pacientes provienen del conurbano y consideró que “el problema  es inabordable si no se le da una perspectiva metropolitana”. “Yo voy a  recorrer los hospitales a las tres de la mañana para controlar cómo se  trata a los ciudadanos”, dijo Castrilli con el ceñudo. “Este sigue  haciendo de referí”, sonrió un señor del público.
“Se perdió la oportunidad de trabajar en serio”, abrió Giúdici el  debate sobre seguridad. “La Policía Federal debe ser de verdad la gran  fuerza de seguridad nacional”, propuso. Castrilli reclamó “traspasar a  la ciudad la Superintendencia de Seguridad Metropolitana con las 53  comisarías y los grupos especiales”. “Vamos a competir con la Policía  Federal si es necesario”, dijo. “¡Tolerancia cero a la corrupción!”,  gritó. Ocampo, del PRO, celebró la creación de la Policía Metropolitana y  presentó como un logro el aumento en la cantidad de cámaras de  seguridad: de 59 a poco menos de un millar durante la gestión Macri.  Bargach definió a la Metropolitana como “una policía de vidriera: muy  linda pero no hace nada”. “Hay que terminar con las área liberadas,  tener presencia en las zonas que hoy son tierra de nadie”, arrancó López  Murphy. Propuso “dos reformas legales: terminar con los que se tapan la  cara y se arman, y terminar con que sólo se pueda intervenir en casos  de flagrancia. ¡Se debe actuar en casos de acechanza y de merodeo! Con  la excusa de los derechos de los delincuentes se deja desguarnecidos a  los ciudadanos”, aseguró.