Una breve mirada al panorama masónico Argentino

El panorama masónico argentino sigue estando dividido entre masonerías serias y masonerías fantoche o pseudomasonerías. La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, conocida por sus siglas GLALAM, continúa siendo el mascarón de proa de todas ellas o, lo que es lo mismo: el ejemplo a seguir. Hay que reconocer que la gestión encabezada por Jorge Clavero ha conseguido dejar en el feliz olvido a la institución anodina, somnolienta y desdibujada que fue la GLALAM durante muchos años. Ahora, esta conducción nos tiene mal acostumbrados: con sus eventos culturales de gran nivel, sus actos sociales y sus constantes declaraciones públicas donde evidencian el rol combativo y progresista que la masonería es, ha sido y debería seguir siendo en todo el mundo. Sabemos de buena fuente que en tres años la GLALAM casi ha duplicado su membresía, y ello no es casualidad, sino que es fruto de tener las ideas muy claras, así como de un trabajo de calidad, constante y mancomunado de muchas personas que en la actualidad conforma esta institución, como por ejemplo su brillante equipo de secretaría, o el equipo de prensa y comunicación; área esta última magistralmente dirigida por uno de sus miembros, en las sombras, que responde a las iniciales S.H.

Otra masonería admirable es el Gran Oriente Simbólico Femenino de la República Argentina (GOSFRA), cuya Gran Maestra es Beatriz Gómez, trabajadora incansable y aguerrida que a golpe de esfuerzo ha ubicado a su Gran Logia como la mejor alternativa para las mujeres que quieran ingresar a las filas de la orden masónica. Ya tienen presencia en muchas partes de la Argentina.   

También queremos destacar la masonería del Gran Orienete Latinoamericano, institución mixta conocida como GOLA, diminuta en su membresía, pero seria y constante en su trabajo de hormiga, que alberga personas de notable valía como su Gran Tesorera Nora.

La masonería que trabaja la línea Memphis Misraïm sólo tiene presencia en capital, una presencia casi inexistente, no obstante, tenemos referencias de la honorabilidad de quien está a la cabeza de esta obediencia tan esotérica.

Hay otra masonería femenina, la Gran Logia Femenina, que fue la primera masonería de mujeres que se constituyó en la Argentina. Tiene buenas intenciones, pero en la actualidad es una obediencia confusa, con poco carisma, muy alejada del GOSFRA de Beatriz Gómez.

Por otro lado, nos vemos en el deber moral de escrachar a las masonerías fantoche o pseudomasonerías, con el objeto de alertar a las personas de bien que al estar alejadas del ambiente pueden ser víctimas de personajes sin escrúpulos y sus falsas masonerías.

En este sentido tenemos que hablar de la Masonería Mixta el Derecho Humano, que en su cúpula directiva cobija a elementos sucios y corruptos como Luis Alberto Acebal, y a charlatanes embaucadores como Antonio Las Heras, ambos son absolutos delincuentes de la moral.

Asimismo, tenemos que mencionar a la Masonería Cristiana del petardo Eduardo Callaey, malabarista de la falacia, otro personaje altamente nefasto, que enturbia la realidad con escritos falaces, distorsionados y adecuados a sus fanatismos religiosos, a sus problemas psicologícos sin resolver y a sus infantiles complejos de culpa (Callaey, podés masturbarte que no irás al infierno) Junto con este oscuro sucedáneo de fraile llamado Eduardo Callaey, podemos encontrar a un tal Daniel Echevarría, otro mostrenco corrupto, maleducado, poco higiénico, de maneras simiescas. (Echevarría, el desodorante no es un país exótico)

Por último, tenemos que mencionar a la Gran Logia Simbólica de la Argentina, engendro malparido donde los haya, quien en su cúpula directiva tiene al mercachifle de Mauricio Javier Campos, otro charlatán deshonesto, quien antes de un año de estar iniciado ya era Gran Orador de su Gran Logia, sí, leyeron bien, antes de un año. Una Gran Logia inventada, comprada con el único propósito de engordar el ego de media docena de mamarrachos. No quisieron seguir el camino de aprendizaje que todos transitan, porque ellos ya lo sabían todo, por eso compraron su Gran Logia.  Ahí tienen su juguete, a ver de qué les sirve… acaso les sirva solamente para desplumar a algún incauto.

Atentis!

Seguiremos informando y hablando de la actualidad masónica.